El tio mientras se preparaba, sacó una muñeca del mismo tamaño que el. Era su pareja de baile.

La muñeca estaba unida a sus zapatos un poco desgastados, me imagino por el uso que le estaba dando.

Y puso una canción, una que a mi me fascina, una salsa, justamente Oiga, Mire, Vea – Guayacán Orquesta

Y se puso a bailar con su compañera (micaela) como si estuviera en una competición de salsa. Se paseaba por todo el pasillo del vagón como si fuera un par de estrellas. Lo daba todo. Todo bien pensado. El vestuario, siempre con una sonrisa y lo que más me llamó la atención fue que la trataba a su compañera como si fuera totalmente real. (Y era una muñeca). Estaba entregado en el personaje.

Toda la gente del vagón dejo todo lo que estaba haciendo, excepto una mujer que estaba a mi lado que no paraba de hablar por el teléfono.

Cuando vi eso y observe a la gente.

Cambio todo el ambiente del lugar y la gente empezó a sonreír. 

No se si le dieron alguna moneda después. Pero se que a mi me quito una sonrisa de la cara. A mi y a todos. Ese momento fue genial.

Y me pregunté, ¿Sería capaz de realizar tremendo espectáculo?. Aunque soy un bailarín de salsa, no me atrevería a hacerlo asi en publico. ¿Y eso por que?

Volviendo a lo comentado antes, de mi lectura concentrada de mi libro y de cómo fue interrumpida por este personaje. Justamente en lo que leía estaba la respuesta. Por eso fue que me llamo tanto la atención que hasta pensé en hablar con el.

Queria hablar con el, pero no quise interrumpir su espectaculo asi que lo busque en FB y lo encontré. El Rico Asprilla y Micaela